28 OCTUBRE 2014 | Imagen: GreenMe.- Como es sabido, la contaminación de nuestros mares con plástico es un problemón de difícil arreglo. Tanto es así que su constante presencia ha convertido a estas áreas contaminadas en ecosistemas únicos, pervertidos, en los que el plástico transtorna el equilibrio natural, dando lugar a la llamada plastisfera.
La plastisfera es, por lo tanto, el nuevo término que está empleando la ciencia para referirse a un singular ecosistema marino caracterizado por la presencia de desperdicios de plástico en grandes áreas oceánicas.
Era de esperar que la basura oceánica acabara influyendo de forma endémica en aquellos lugares donde se concentran enormes cantidades (especialmente en el Océano Atlántico Norte), sobre todo en alta mar, provocando el nacimiento de un inquietante ecosistema del que no puede esperarse nada bueno.
Bacterias y enfermedades
De acuerdo con un estudio realizado para conocer mejor esta nueva realidad, la plastisfera es un foco de posibles enfermedades y la causa de que una terrible destrucción ambiental difícil o quizás ya imposible de recuperar.
El impacto de los plásticos en las comunidades oceánicas es diverso según se trate de aves, peces u otros habitantes marinos, si bien en todos los casos se trata de una influencia negativa. Sin embargo, podría ayudar a proliferar algunos microorganismos marinos que, por lo que se conoce hasta ahora, propiciaría enfermedades.
Se sabe, por ejemplo, que algunas especies de bacterias del género Vibrio se multiplican exponencialmente en entornos donde abundan plásticos, pudiendo causar enfermedades como el cólera cuando la cadena alimentaria llegara hasta los humanos.
Son muchos los interrogantes que hay que responder con respecto a la plastisfera. Más allá de la ingesta de plástico por parte de animales como tortugas o peces, existe una transformación silenciosa a nivel microscópico (fitoplncton y bacterias) que transformará el ecosistema por completo e impactará gravemente sobre la cadena alimentaria.